domingo, 29 de noviembre de 2009

Temporada baja

Ando siempre en temporada baja;
mis manos están desiertas,
mi espalda es puro páramo.
Tantas veces me he sospechado baldío
que una piedra cualquiera
existe con más estrépito y alboroto
que mis brazos ya despoblados.
Pero no he de soportarlo por más tiempo,
mi aridez ha superado mi tolerancia,
en cuanto tenga listas las maletas
pienso abandonarme
en el primer vuelo que salga.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Si

si las paredes están llenas de silencio
y las calles están llenas de gente
y la habitación está llena de palabras
y los árboles están llenos de palomas
y las palomas están llenas de árboles
y las palabras están llenas de habitaciones
y la gente está llena de calles
y el silencio está lleno de paredes
por qué todo está vacío

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cómo transformarse en camisa

en primer lugar
cuélguese de una percha
y cierre la puerta del armario
(debe dejarse morder
por la hambrienta tiniebla)
después déjese crecer
las tristezas hacia fuera
que echen raíces entre las bufandas
que llenen de lágrimas
las cuencas de los zapatos
una vez limpio de nostalgias
tedios amarguras y miedos
concéntrese en tejidos sintéticos
poco a poco sentirá
cómo bajo su epidermis humana
se abre paso el poliéster o el nailon
una vez concluida la metamorfosis
ovíllese esta vez hacia dentro
hágales un nido a las polillas
ofrézcase en banquete
a dos millones de ácaros
y procure no encoger
cuando la laven

martes, 17 de noviembre de 2009

La trama

La Gran Araña es capaz de recorrer sobre sus hilos de metamateria distancias imposibles. Su capacidad de movimiento incluye todas las dimensiones, incluido el tiempo, por donde deja resbalar su veneno, que gotea y, al caer, crea mundos. La Gran Araña trama en el vacío nuestros destinos como quien lanza una piedra al azar y te rompe la cabeza. Pero no sabe, en su inconsciencia infinita, que un día, un niño la descubrirá en la esquina de la buhardilla y aplastará su cefalotórax con el zapato, liberándonos, por fin, de la urdimbre que anuda nuestros días.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Yo

yo a borbotones
yo todo el rato
yo dos por uno
yo sin ton ni son
yo de soslayo
yo sin perspectiva
yo en desbandada
yo a bocajarro
yo qué palabra tan corta
para tanto desastre

Nunca

Nunca he vestido
de domingo a mi esperanza;
soy terriblemente aburrido.
Me deprimen los festejos,
detesto las tertulias
cuando no son soliloquios
que pronuncio a las paredes,
pues no me interesan en absoluto
las opiniones de nadie;
apenas sí me interesan las mías.
Sólo pienso en mí,
y sólo a veces.
Nunca he amanecido,
siempre he llegado tarde.
Evidentemente no es a mí
a quien buscas.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Me estoy buscando

Me estoy buscando.
Fisgoneo en todo lo que soy yo,
en todos los sitios donde he estado.
Indago en aquello que me conmueve,
me equilibra o me dispersa.
Interrogo a mis amigos
acerca de mis gustos y disgustos,
les pregunto si soy puntual,
si les parezco sincero o falso
o qué tipo de camisas visto
y paradigmas profeso.
Escarbo en mis recuerdos
como una unidad de espeleólogos
buscando el signo que me rubrica,
el rastro del que parto.
Investigo mis últimos movimientos bancarios,
revuelvo en mis cajones, exploro mi boca,
husmeo en mis dudas acerca de todo.
Después registro todos los indicios,
marcas y pistas en mi cuaderno secreto,
y los organizo y estudio muy concentrado.
Ya casi me alcanzo, casi me sorprendo,
y cuando lo haga
pienso decirle un par de cosas
a ese desgraciado.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Vosotros

vosotros no lo sabéis
pero os lo podría perdonar todo
vuestro egoísmo implacable
vuestra ignorancia absoluta
vuestra inconstancia al amar
la cobardía de todos vuestros actos
la debilidad con que afrontáis
la desventura o la afectación
con que fingís vuestra estima
devoción o ternura
la mediocridad de vuestros logros
la displicencia de vuestros gestos
el asco que causa vuestra envidia
la lástima que inspiran vuestros sueños
os podría perdonar todo esto
si no os parecierais tanto a mí